martes, 5 de enero de 2021

Importancia de los determinantes sociales de la salud (la causa de las causas para justificar la necesidad de un cambio de mirada)

(Texto y material de estudio para la Introducción del curso Inequidades en salud, SEMFYC, enero 2021)

 La epidemiología sociocultural se caracteriza por la integración de procesos sociales, culturales, económicos y políticos con procesos biológicos en el estudio de los determinantes de la salud. Por definición, esto implica la consideración de determinantes especificados a múltiples niveles, desde los genes hasta las características de la sociedad en su totalidad.

 Pero ha sido el nivel individual el que ha dominado en la epidemiología clásica por dos motivos:

 1.   Si los problemas de salud se manifiestan en algunas personas y no en otras, lo más intuitivo es siempre buscar las diferencias en rasgos individuales que se puedan relacionar con aquellos.

 2.   Al ser el modelo biomédico el preponderante, se tiende a buscar causas en las personas individuales y no en los grupos.

Un ejemplo de ello, la epidemiología de los factores de riesgo cardiovascular. Lo que más interesa -o lo único que interesa- como factor etiológico es lo biomédico, que se define a nivel individual y la atención se centra en las investigaciones que se ocupan exclusivamente de la contribución de las características biomédicas de los individuos a la variabilidad interindividual en condiciones de salud o enfermedad, como muy acertadamente afirma Diez Roux (https://bit.ly/2OQDvuX) (gráfico 1).

No hay duda de que el enfoque biomédico ha aportado grandísimos avances al entendimiento de los problemas y enfermedades así como a su tratamiento, pero no es menos cierto que su preponderancia ha contribuido a oscurecer el papel de los factores sociales, económicos, políticos.

Este módulo pretende demostrar la relevancia de estos factores en la génesis de muchos problemas de salud que se manejan frecuentemente en atención primaria.

 Por ello, y en los términos que nos interesan en esta introducción, el análisis de las causas se puede plantear siempre a diferentes niveles:

 -Individual: a través de la observación de las diferencias inter-individuales;

 -Poblacional: a través de la observación de las diferencias inter-grupales (mediante el estudio de las diferencias entre indicadores promedios de poblaciones agregadas según lugar de residencia o según alguna característica común como nivel de estudios, clase social o situación laboral).

 En la medida de lo posible, se deben preferir los estudios que se hacen simultáneamente en ambos niveles, se trate de analizar problemas de salud o factores determinantes de los mismos. Y no solo eso, sino que la observación de los fenómenos que aumentan el riesgo de mala salud, que alteran su pronóstico o que intervienen en la respuesta a los tratamientos debe incluir también características del entorno social (condiciones de vida), agregadas o no.

 Hay determinantes que se definen muy bien a nivel individual (comportamientos) y otros a nivel grupal (diferencias en la distribución de la riqueza), pero con frecuencia, y ante la falta de datos a un determinado nivel solemos asignarlos generalizando los de otro. Por ejemplo, datos grupales que son contextuales como el nivel de estudios bajo (entendido como media de la población que vive en un territorio) lo imputamos de alguna forma a cada individuo de ese lugar independientemente de cuál sea su nivel de estudios particular.

A esto se le llama la falacia ecológica, y se puede visualizar con algún otro ejemplo: que la población de zonas concretas con ciertos niveles de exposición medioambiental presente con mayor frecuencia una enfermedad, no significa que una persona concreta que vive en una de esas zonas esté más expuesta que otras que viven en otros lugares, porque carecemos de información sobre exposición particular de cada una.

 La falacia atomista sería la situación contraria: datos individuales se generalizan a todo un grupo. Por ejemplo, cuando a partir de la relación observada entre la renta familiar y el IMC en un grupo de familias, se intentan sacar conclusiones sobre esa misma relación, entre renta media de un país y frecuencia de personas con sobrepeso y obesidad, sin realizar la observación correspondiente. El sentido de la relación en ambos casos puede ser distinto, ya que la renta media de una familia es diferente a lo que representa la renta media de un país.

 En ambos conceptos el error teórico es ignorar el efecto de las variables grupales, tanto desde el reduccionismo como desde la generalización.

 En epidemiología, factor de riesgo es aquella característica, circunstancia  o situación que incrementa la probabilidad de sufrir un problema de salud determinado. Existen, por tanto, factores de riesgo que tienen que ver con características individuales, muchas de ellas no modificables (edad, sexo, grupo étnico…), con comportamientos o hábitos teóricamente modificables (sedentarismo, alimentación inadecuada, tabaquismo…), con exposición a factores medioambientales y con factores sociales (clase social, situación laboral, estatus migratorio…).

Hace unos decenios empezaron a conocerse con claridad los riesgos que para la salud significaban determinadas situaciones de adversidad social (determinantes sociales). El epidemiólogo inglés Geoffrey Rose incluyó en su discurso que, en contraposición con la tendencia general de situar toda la responsabilidad de la mala salud en el ámbito individual (comportamientos) y conociendo el alcance que aquellos tienen, no basta con proponerle a la gente que deje de fumar, de beber o que haga ejercicio físico, también tendríamos que recomendarle que tuviera un trabajo digno, que viviera en una casa en condiciones, que no fuera inmigrante y que, en la medida de lo posible, no fuera pobre [(ver más abajo, redondeando esta visión la tabla de David Gordon de consejos críticos y saludables para la salud  (1999)]. 

Es trascendente señalar que esta visión de las cosas tiene importantes connotaciones, no sólo en la etiología de los problemas sino también, y como se verá más adelante, en la evolución, el pronóstico, las mejores alternativas para el tratamiento y la rehabilitación.

Para visualizarlos y medirlos, los determinantes sociales tienen sus propios indicadores, sus fuentes y su metodología de análisis; de la misma forma que la desigualdad que define su dispar distribución poblacional tiene sus propios indicadores y métodos de estudio.

A modo de resumen podemos clasificarlos en diferentes capítulos:

1. Origen, raza y etnia;

2. Posición social (clase social, nivel socioeconómico, etc);

3. Nivel educativo;

4. Zona residencial;

5. Empleo;

6. Otros: Alimentación, religión, etc.

 

Dentro de ellos, podemos subclasificar: desigualdad de ingresos, oportunidades educativas, oportunidades del mercado laboral, existencia de viviendas asequibles, acceso a alimentos saludables / buena nutrición, acceso a bienes y servicios esenciales como las infraestructuras, entornos físicos y construidos, pertenencia a algún área de escasez de profesionales de la salud y bajo gasto público en servicios de salud, sociales y de bienestar, etc.

 Para ampliar la información se puede sugerir como lecturas optativas los artículos Glosario de epidemiología social de Nancy Krieger, disponible en Rev Panam Salud Publica/Pan Am J Public Health 11(5/6), 2002 (clicando sobre la referencia bibliográfica) y Propuestas de clase social neoweberiana y neomarxista a partir de la Clasificación Nacional de Ocupaciones 2011 en A. Domingo-Salvany et al / Gac Sanit. 2013;27(3):263–272 , iniciativa de consenso de la Sociedad Española de Epidemiología sobre cómo clasificar la clase social para estudios de salud. Existe una clasificación adaptada para Atención Primaria: Una propuesta de medida de la clase social Atención Primaria.Vol. 25. Núm. 5. 31 de marzo 2000.Grupo de trabajo de la SEE y de la semFYC

Terminamos esta introducción trasladando aquí uno de los más interesantes debates abiertos en los últimos años sobre estos temas:

 ¿Qué es más determinante de la mala salud, los estilos de vida: tabaquismo, sedentarismo, consumo abusivo de alcohol, dieta inadecuada, obesidad… o las condiciones de vida: clase social desfavorecida, educación insuficiente, exclusión social, trabajo precario, desempleo, falta de apoyo social, estrés persistente…?


Gráfico 1. Entorno residencial y riesgo cardiovascular, de Díez-Roux (modificada)


Nos ayudará a despejar estas dudas la lectura obligatoria de uno de los artículos seleccionados:

 1.- Socioeconomic status and the 25 × 25 risk factors as determinants of premature mortality: a  multicohort study and meta-analysis of 1·7 million men and women  (https://bit.ly/2REnl9F) y los comentarios e interpretaciones que sobre él se hacen en este otro artículo  La pobreza acorta la vida más que la obesidad, el alcohol y la hipertensión, un macro-estudio en 'The Lancet' critica que la OMS no incluya la desigualdad como factor a combatir de Javier Salas, El País 2-2-2017 (https://bit.ly/2gZgDxp). En este trabajo  se demuestra que la pobreza (identificada con “el bajo nivel socioeconómico”) es responsable de más mortalidad que los factores de riesgo tradicionales de las enfermedades crónicas (dieta, sedentarismo, HTA…), muchos de ellos comportamientos o hábitos. De su lectura se deduce que la posición socioeconómica baja reduce la esperanza de vida a la edad de 40 años unos 2,1 años, muy por encima de lo que lo hace la HTA (1,6 años) y la ingesta abusiva de alcohol (0,5 años).

Podríamos acabar de definir un marco teórico adecuado como ámbito general de discusión repasando las siguientes lecturas obligatorias:

 2.- Determinantes sociales de la Salud y enfermedades prevalentes. De la epidemiología a la práctica diaria en una consulta de Atención Primaria. Pablo Pérez Solís. Núm. 13 (2019): Folia Humanística Número 13. (2019): Folia Humanística Número 13, 1-18.  Disponible en: https://revista.proeditio.com/foliahumanistica/article/view/Determinantes%20sociales%20Salud. (Los modelos de determinantes sociales de la salud forman parte desde hace décadas de las estrategias de Salud Pública y debería ser elemento fundamental de la orientación de los sistemas sanitarios. A lo largo del tiempo, diversos estudios epidemiológicos han demostrado la relación de los determinantes sociales con enfermedades prevalentes, por lo que es necesario reducir la brecha entre este modelo y la práctica clínica de los/las profesionales de la salud. En este artículo se señala la importancia de aplicar una visión de determinantes en el abordaje de los problemas de salud desde la organización sanitaria a la consulta individual.)

3.- Tu código postal es más importante para tu salud que tu código genético  AtenPrimaria.2013; 45(3):127---128, de Rafa Cofiño (https://bit.ly/2qblSKk). El ejemplo que se incluye en este artículo puede servir para una discusión grupal introductoria. Al hilo de todo lo comentado, del mismo autor, son muy recomendables también las lecturas de los otros dos textos de esta “serie”: Tu código postal puede modificar tu código genético: los determinantes sociales de la salud, explicar las desigualdades en salud y la causalidad social (II) (https://tinyurl.com/tqp5f46 ) y Las causas de las causas. Tu código postal puede modificar tu código genético (III) (https://tinyurl.com/sc6o6ld ), en los que repasa aspectos muy importantes sobre los factores de riesgo “sociales” y conceptos actuales de epigenética.


Se exponen a continuación una selección de trabajos científicos en que se relacionan algunos problemas de salud con determinantes sociales.

 

ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES

 

Prevalencia de enfermedad coronaria vs nivel educativo.

 Lectura: “Education and coronary heart disease: mendelian randomisation study”, BMJ 2017;358:j3542, en  https://bit.ly/2SQt2mb (en personas con predisposición genética, 3,6 años más de escolaridad reduce un tercio la probabilidad de enfermedad coronaria).

 Mortalidad por enfermedades cardiovasculares vs soledad y aislamiento.

 Lectura: “Loneliness and social isolation as risk factors for CVD: implications for evidence-based patient care and scientific inquiry” de Julianne Holt-Lunstad y Timothy B Smith, en Heart July 2016 Vol 102 No 13 (https://bit.ly/2vcPuuX). En las personas que sufren aislamiento social el riesgo de morir por un evento cardiovascular es un 50% superior al de quienes no viven en esa situación (equivalente al causado por el tabaquismo moderado y más que el derivado de la HTA y la obesidad) (*)

Mortalidad por Infarto agudo de miocardio vs género.

Lectura: “Dos veces doloridas” de Rosa Montero, sept 2018, El País semanal (https://bit.ly/2qxJ6fW). Tras sufrir un IAM, las mujeres tardan en llegar a urgencias una media de 237 minutos frente a la de los hombres, que es de 98 minutos.

Incidencia de Infarto agudo de miocardio y mayor frecuencia de limitación por enfermedades reumáticas vs bajo nivel socioeconómico (NSE).

Lectura: “Ignoring social factors in clinical decision rules: a contribution to health inequalities?” de T Lang, European Journal of Public Health, Vol. 15, No. 5, 441, en  https://bit.ly/2PKbeKV. Las personas de bajo NSE tienen un 35% más riesgo de sufrir un IAM. Según el autor al no considerarse los factores sociales en los riesgos de esta enfermedad y al no incorporar esta eventualidad en el protocolo de tratamiento se incrementan las desigualdades sociales en salud (DSS).

Enfermedades cardiovasculares  vs condiciones laborales (horas extraordinarias)

Lectura: “Las horas extras aumentan el riesgo de enfermedades cardiovasculares un 45%”, en CTXT, julio de 2019. En: https://bit.ly/2QvJs35. Extender el tiempo de trabajo por encima de las ocho horas tiene efectos negativos sobre la salud. La Comunidad de Madrid está a la cabeza de horas extra no pagadas, con casi un 30% de las que se acumulan en el país.

 

SOBREPESO Y OBESIDAD

 Sobrepeso y obesidad vs bajo nivel socioeconómico y vs educación insuficiente; Sobrepeso y obesidad infantil vs bajo nivel socioeconómico y vs inseguridad de acceso económico a los alimentos.

Lecturas: “Estilos de vida y desigualdad social en Europa (I)”, SEMFYC-PAPPS, en https://bit.ly/2AO8DHq. Este trabajo recuerda que el sobrepeso y la obesidad son el resultado final de causas intermedias como sedentarismo y dieta inadecuada (consumo escaso de fruta y verdura) todas en relación con la precariedad; y

Lectura: “Estudio de la situación nutricional de la población infantil madrileña; estado ponderal y su relación con la inseguridad de acceso económico a los alimentos. 2017. Madrid Salud”, en https://bit.ly/2xfZAx8 .

Obesidad/sobrepeso vs alta densidad de establecimientos de comida rápida.

Lectura: “Hemos leído: Obesidad, determinantes sociales de la salud y entornos “obesogénicos”, de Pablo Pérez Solís, en SEMFYC, 2018 (https://bit.ly/2RCiV2W). Se refiere a la situación frecuente en zonas deprimidas (alto índice de privación) desde una aproximación poblacional (agregada).

 

PROBLEMAS DE SALUD MENTAL

Mala salud mental  vs desigualdad  (a través del incremento del estrés social en todos los grupos) y mala salud autopercibida** vs desigualdad.

Lectura: “Los costes verdaderos (y falsos) de la desigualdad. La calidad de las relaciones sociales esenciales para alcanzar la satisfacción vital y la felicidad empeora en aquellos países en los que las diferencias de ingresos entre ricos y pobres son más acusadas”, Kate Pickett / Richard Wilkinson (Social Europe) (https://bit.ly/2JGSeYg) y  “Los efectos de la desigualdad: depresión, ansiedad y narcisismo” (https://bit.ly/2Ou0ZpD)

Más incidencia de problemas de salud mental, mala autopercepción de la salud (**) y baja calidad de vida en relación con la salud (CVRS) vs inseguridad residencial y fraude bancario.

Lectura: “La vivienda también afecta a la salud”, de Carme Borrell, El Periódico, 2017, en https://bit.ly/2DnG46p; “Radiografies de la situació del dret a l’habitatge, la pobresa energètica i el seu impacte en la salut a Barcelona” (https://bit.ly/2D6hXYM)

Lectura: “Del paro al desahucio y al suicidio”, de Teresa Galeote, agosto 2018, Nueva Tribuna (https://bit.ly/2F5tryv). En los barrios con mucha inseguridad habitacional (desahucios, etc) se registra más mortalidad infantil, más incidencia de enfermedades infecciosas (de las transmitidas por vectores y respiratorias), más incidencia de lesiones por violencia, además de mala salud mental, mala autopercepción de la salud y mayor tasa de suicidios.

Lectura: “The threat of home eviction and its effects on health through the equity lens: A systematic review. Vásquez-Vera H. et als”. Social Science & Medicine 175 (2017) 199e208. Enero 2017. https://bit.ly/37AAOqT . Revisión bibliográfica que demuestra los efectos negativos de la amenaza de desahucio en la salud física y mental de la población.

Lecturas: “Impact of self-reported bank fraud on selfrated health, comorbidity and pain”.  Belén Sanz-Barbero et als. International Journal of Public Health. Disponible en: https://bit.ly/35nOqnT  y “Financial Fraud, Mental Health, and Quality of Life: A Study on the Population of the City of Madrid, Spain”. Encarnación Sarriá et als. Int. J. Environ. Res. Public Health 2019, 16, 3276, disponible en:  https://bit.ly/2rPFw4Z. En ambos trabajos se demuestra que la magnitud de estas prácticas abusivas fue grande (más de un 10% de la población afectada),  quienes las sufrieron vieron afectadas su salud física (autopercepción del estado de salud, presencia de dolor, prevalencia de enfermedad crónica), su calidad de vida en relación con la salud así como su salud mental. La gravedad del deterioro en la salud mostró clara correlación y gradiente con la intensidad del fraude.

Problemas de salud mental y riesgo de suicidio vs precariedad laboral.

Lectura: “Las precariedades perjudican gravemente la salud”, en Pressenza, 2018 (Joan Benach para Dempeus per la salut pública) (https://bit.ly/2rVGL2H ). Crecimientos de un 1,1% de la tasa de paro implican un aumento de 6,9% en la tasa de suicidios.

 

 CÁNCER Y ENFERMEDADES CRÓNICAS

Incidencia de cáncer vs pobreza (relación bidireccional)

 Lectura: “El cáncer empuja cada año a unos 25.000 enfermos hacia la pobreza”, Observatorio del cáncer de la AECC, en El Periódico, 2018, en https://bit.ly/2OqRmrv.

Prevalencia de enfermedad crónica y mortalidad prematura vs nivel socioeconómico bajo y vs sinhogarismo.

 Lectura: “La precaria salud de los maltratados por la crisis”, Luis Palomo, 2017, en BEZ (https://bit.ly/2F5vQJo), a partir de las evidencias de que la pobreza empeora la accesibilidad al sistema sanitario y comporta peor calidad asistencial.

 Lectura: “La desigualdad social, el mosquito que inocula enfermedades crónicas”, Javier Salas, El País 2016. Resumen general del efecto de las DSS en la  salud; corregir las condiciones sociales es decisivo para prevenir males como el cáncer, diabetes o infartos. Disponible en: https://tinyurl.com/sholte9

 Lectura: “Health-related quality of life and prevalence of six chronic diseases in homeless and housed people: a crosssectional study in London and Birmingham, England”. Dan Lewer et als. Lewer D, et al. BMJ Open 2019;9:e025192. Disponible en: https://tinyurl.com/r6gsoy8  . Los residentes en barrios  de más privación tienen más probabilidades de reportar enfermedades crónicas (asma, EPOC, epilepsia, problemas cardíacos, ictus y diabetes). Las personas sin hogar fueron sustancialmente más propensos a reportar todas las enfermedades y peor calidad de vida que los que tenían vivienda aunque pertenecieran al quintil de barrios más deprimidos.

 Prevalencia de enfermedad crónica vs ruido en barrios deprimidos

Lectura: “La contaminación acústica urbana es peor en los barrios pobres y minoritarios y en las ciudades segregadas”  Joan A. Casey, Peter James y Rachel Morello-Frosch, 2017. En The conversation: https://tinyurl.com/sbvnagn . Los barrios muy ruidosos suelen ser los más deprimidos socioeconómicamente y la población que vive en ellos en presenta con más frecuencia problemas de salud mental y algunas enfermedades crónicas (HTA, problemas cardiovasculares, etc)

 Prevalencia de enfermedades crónicas vs pobreza energética, o cómo la falta de suministro eléctrico afecta a la salud:

 Lectura: “Cuando los cortes de luz te quitan la salud”, de Valiente, M., García M. En Revista AMF. 2020. Aumento de la mortalidad, la incidencia de accidentes domésticos, enfermedades cardiovasculares y respiratorias y bajo peso al nacer entre otras. Cómo numerosas patologías crónicas se ven afectadas en este contexto. Disponible en: https://tinyurl.com/14a7dpzq

 

 MORTALIDAD GENERAL Y MORTALIDAD PREMATURA

 Mortalidad General vs pobreza durante las olas de calor.

 Lectura: “Las olas de calor: el enésimo indicador de desigualdad que marcará nuestras vidas”, de Fleming, Michaelson y cols, en The Guardian (El Diario.es ) agosto de 2018. (https://bit.ly/2F4g6GL)

 Tasa de homicidios y alta incidencia de embarazo adolescente vs desigualdad.

Lectura: “Los costes verdaderos (y falsos) de la desigualdad. La calidad de las relaciones sociales esenciales para alcanzar la satisfacción vital y la felicidad empeora en aquellos países en los que las diferencias de ingresos entre ricos y pobres son más acusadas”, Kate Pickett / Richard Wilkinson (Social Europe) (https://bit.ly/2JGSeYg)

Mortalidad vs situación migratoria

Lectura: “The deadly effects of losing health insurance Arnau Juanmarti Mestres et als; JEL classification: H51; I13; J15; Barcelona, marzo 2018 . En: https://tinyurl.com/thorrpp . (Los efectos mortales de perder el seguro de salud, es un documento de trabajo CRES-UPF # 201804-104. Centre de Recerca en Economia i Salut). La mortalidad entre las personas migrantes aumentó un 15% (tasa de mortalidad general) en el periodo posterior a la promulgación del RDL de la exclusión sanitaria (16/2012) en relación a los 3 años anteriores. Sobre este estudio leed también este comentario de prensa:  “La mortalidad entre sin papeles sube un 15% desde la reforma sanitaria”, Lola Hierro; El País, abril 2018. https://bit.ly/35lYJc8 . En relación a esto, es interesante analizar la relación que mantienen estos hallazgos con los factores limitantes del acceso al sistema sanitario que afecta a esta población:

Lectura: “Los extranjeros acceden menos a la sanidad y les cuesta más pagarla que a los españoles” (https://bit.ly/2F41UgV), noticia a partir de los datos de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE 2017, módulo de salud: “El 94,0% de las personas de 65 o más años acudió al médico de familia y el 72,7% al especialista durante 2017. El 60,6% de las personas con mayores ingresos fue al dentista, frente al 35,3% de los que tenían ingresos más bajos (INE; Nota de prensa, julio 2018. https://tinyurl.com/r3znpkq). (Para acceder a los resultados completos y los microdatos, aquí: https://tinyurl.com/vqeakav  y

Lectura: “Hemos Leído: Meta-análisis y revisión sistemática sobre mortalidad en migrantes internacionales”, de Luis Gimeno; enero 2019. En semfyc.es: https://tinyurl.com/u6byscm

 Desigualdad social vs mortalidad prematura

Lectura: “Premature mortality attributable to socioeconomic inequality in England between 2003 and 2018: an observational study”. Dan Lewer et als. www.thelancet.com/public-health Published online December 5, 2019. En: https://tinyurl.com/vokzbmg . La posición socioeconómica baja se asocia constantemente con un mayor riesgo de muerte prematura. Se midió la desigualdad en la mortalidad prematura para toda la población de Inglaterra. Los principales contribuyentes fueron la cardiopatía isquémica, los cánceres respiratorios y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Las causas más desiguales de muerte fueron las registradas por tuberculosis, uso de opioides, VIH, uso de drogas psicoactivas, hepatitis viral y obesidad, cada una con más de dos tercios atribuibles a la desigualdad. La desigualdad fue mayor entre los hombres y alcanzó su punto máximo en la primera infancia y entre los 40 y 49 años. Una de cada tres muertes prematuras es atribuible a la desigualdad socioeconómica, lo que lo convierte en uno de los desafíos de salud pública más importantes.

 

COVID-19

Desigualdad social (estatus migratorio) vs COVID-19

 Lectura: “La pandemia de la COVID-19: Cómo lograr una respuesta justa y efectiva que incluya a las personas migrantes”, en Instituto de Salud Global (ISG.org), 2020, de C. Picchio. En: https://tinyurl.com/2opygpd4 . La COVID-19 se distribuye desigualmente afectando más a grupos vulnerables, entre otros a las personas inmigrantes y generando más desigualdad. El artículo llama la atención sobre la necesidad de proponer medidas preventivas no farmacológicas que tomen en consideración a estas personas y sus circunstancias. De la bibliografía de este artículo, se recomienda leer también el artículo de The Lancet:  “Salud de refugiados y migrantes en la respuesta COVID-19”, de H.H.P. Kluge et al., en The Lancet. Vol. 395,  10232, pág.1237-1239,18/04/2020 , disponible en: https://tinyurl.com/3wzq53sz .

 Factores de riesgo demográficos y de salud, pero también sociales vs  COVID-19

 Lectura: “Factores determinantes para contraer el coronavirus”, de M. Justo. En Rebelion.org, 2020. Edad, pre-condición médica, clase, etnia y género son los factores principales de muerte por coronavirus en el Reino Unido, según los últimos datos de la “Office for National Statistics (ONS)”, el INE británico. Los dos primeros forman parte del consenso de epidemiólogos a nivel mundial, pero la ONS sorprendió con la medición socioeconómica y étnica. Disponible en: https://tinyurl.com/1r2r6xsc .

 Desigualdad urbana: residir en barrios pobres vs riesgo de incidencia de COVID-19

Lectura: “Barcelona sale de la alarma con una sobremortalidad de 3.434 personas” de C. Blanchar. En El País, 2020. Como en todas las enfermedades, en el coronavirus también muestra un patrón socioeconómico: con datos de la primera ola epidémica, la Agencia de Salud Pública de Barcelona encuentra que las tasas de incidencia más altas se han dado en los barrios de rentas más bajas. Disponible en: https://tinyurl.com/lg2s9zq0

Pobreza e inequidad no incluidas en las estrategias de análisis de la epidemia de Covid-19:

Lectura: “COVID-19: repensar el riesgo”, de Schwalbe, N. et cols. Covid-19. En The Lancet Global Health. vol 8, n 8, pág. 974-975. 2020. En este artículo se habla de cómo los determinantes sociales, incluida la pobreza y la exclusión social, se subestiman en la respuesta y están vinculados tanto con los factores de riesgo como con los resultados identificados. Deduce que El resultado efectivo es una co-pandemia de ENT-COVID-19, sustentada por la pobreza y la inequidad estructural. Disponible en: https://tinyurl.com/57lprx32

 COVID-19 vs pobreza (y no solo pobreza vs COVID-19)

 Lectura: “Condenados a malvivir: cómo la COVID-19 ha disparado la pobreza” de O. Granados, en El País. 2020. Millones de personas se sumarán a las filas de la miseria en todo del mundo por la pandemia. Disponible en: https://tinyurl.com/1avmdc8j 

  (*) En relación con esta lectura se podría incluir un foro-debate sobre el caso de un hombre de 55 años con hipertensión y fibrilación auricular que responde mal al tratamiento y en el que concurren circunstancias relevantes de intenso conflicto matrimonial que le someten a niveles elevados de angustia, así como a incremento del IMC debido al mayor consumo de alimentos de baja calidad fuera del hogar. Este ejemplo nos llevaría a concluir que dados los múltiples factores sociales asociados a las condiciones de salud y las respuestas de los pacientes al tratamiento, la formación médica que incluye la consideración de las circunstancias sociales de los pacientes podría mejorar los resultados en la salud de la población.

 (**) La salud autopercibida es un buen indicador y predictor del nivel de salud de la población. La literatura disponible demuestra que se correlaciona muy bien con indicadores objetivos de salud, tales como la supervivencia, la prevalencia de enfermedades crónicas, así como con otros como la calidad de vida relacionada con la salud.

 


         

José Manuel Díaz Olalla y Marina de la Casa Ponce

         Enero 2021


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